Tano y Dewi se roban el cariño de zoológicos en Alemania y Australia.
No hay ninguna duda sobre la empatía inmediata de las personas con los monos, chimpancés, gorilas, orangutanes, es decir, la gran población de primates. Esa familiaridad se extiende aún más con los pequeños.
Prueba de ello es que Tano, un gorila recién nacido en cautiverio en Praga (República Checa) y trasladado al poco tiempo a Stuttgart (Alemania), robó la atención y afecto de los trabajadores y visitantes del zoológico de Wilhelmina.
Tano tiene poco menos de un mes de vida. Ahora se adopta a su nuevo ambiente, luego que su mamá no pudiera criarlo en el zoo de Praga. Pese a todo duerme lo adecuado y toma mucha leche.
Otro caso muy simpático es el de Dewi, una orangután de Sumatra –animal en peligro de extinción– que encontró en el zoológico de Melbourne (Australia) un hogar donde recibe todos los cuidados del caso.
Dewi cumplió un año de vida el martes y festejó comiendo grandes porciones de postres a base de gluten. Incluso se dejó fotografiar chupándose los dedos.
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